Pasear por tu calles, entre sombras y sol
desafiando la torre erguida que parece asomar
y seguirte a cada rincón que vas recorriendo
sin apenas poder evitar el volverla a mirar.
Sus casas marcadas por el tiempo
que remarcan la historia compartida que fue
y que será parte de todos los que fueron
los que están y los que han de ser
Sus plazas, sus iglesias, su castillo
dejan señales de una vida marcada
de penas y alegrías compartidas,
como testigos de tanta vida pasada
No son tus ríos ni tus mares ausentes
quienes han regado la tierra que trabajas
es el sudor y la sangre, de tanto tiempo
que has dejado bajo el sol de la mañana
Hacer de cada rincón una historia
de cada momento una vida
y de cada amanecer un recuerdo
de esos que nunca se olvidan
No se te puede conocer y olvidar
como el sentirte sin amar
agarrado a tu historia profunda
Bujalance que nos das...
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